¿Cómo cuidamos la piel sensible? Dra. Andrea Combalia

Cuidado de la piel | 30 octubre

Clásicamente hemos agrupado los tipos de piel en cuatro categorías: grasa, seca, mixta y normal. Pero… ¿Dónde queda la piel sensible?

Una piel sensible es aquella que reacciona de forma exagerada frente a las agresiones ambientales como el frío, el calor, el viento, y el sol, y que no tolera adecuadamente muchos de los productos cosméticos que solemos recomendar para el tratamiento y el cuidado de la piel.

La piel es sensible por definición, pero cuando el desequilibrio cutáneo se manifiesta ante mínimos estímulos, y afecta en gran medida a la calidad de vida de las personas que lo sufren, requiere unos cuidados especiales. Si te sientes identificado/a, sientes que tu piel se enrojece enseguida, sientes picor, irritación o sensación de tirantez o escozor en tu piel, es probable que tu piel sea muy sensible ¡Sigue leyendo!

¿Por qué cada vez hay más personas que presentan piel sensible?

Los problemas derivados de tener la piel sensible son cada vez más prevalentes, sobretodo cuando el problema afecta a la piel de la cara.

La piel sensible afecta a casi el 50% de las mujeres, y, en la actualidad, son muchas las personas que acuden a la consulta preocupadas por este tema. Las rojeces, las irritaciones, el prurito, el escozor y la tirantez son algunas de las manifestaciones más frecuentes que refieren mis pacientes.

La piel sensible suele aparecer cuando la función barrera de la piel está deteriorada y se encuentra en desequilibrio, y esto facilita la deshidratación y la permeabilidad a agentes irritantes. Las limpiezas agresivas con productos inadecuados, ciertos ingredientes de productos cosméticos, la contaminación, los cambios climáticos, el estrés y la alimentación, son algunos de los factores externos que más influyen en la aparición de la piel sensible. Asimismo, en las mujeres, los cambios hormonales asociados al ciclo menstrual, y la menopausia, pueden estar detrás de una piel desequilibrada. Y no olvidemos que, con el paso de los años, la piel también tiende a ser más sensible.

Además, hoy en día la mascarilla se ha convertido en un accesorio imprescindible (y sin duda necesario y obligatorio), pero que puede empeorar todavía más los síntomas de la piel sensible. Cuando hablamos y gesticulamos, las mascarillas rozan continuamente nuestra piel, y favorecen la irritación de las mejillas, la barbilla, la nariz y los labios.

No todas las rojeces son iguales

La piel sensible engloba diversas condiciones que debes aprender a diferenciar. En muchas ocasiones, los dermatólogos usamos términos como “enrojecimiento”, “cuperosis” y “rosácea”, que, a diferencia de lo que se cree, no son sinónimos, aunque frecuentemente pueden solaparse.

Mientras que el enrojecimiento se refiere a una condición muy general que se manifiesta por un aumento del eritema y el rubor, hablamos de cuperosis cuando, además del enrojecimiento (que suele ser permanente) existen pequeños capilares dilatados visibles en la superficie de la piel. La cuperosis suele ser debida a una alteración de la microcirculación sanguínea de los capilares que irrigan la piel de las mejillas, la nariz y el mentón, que se exagera ante temperaturas extremas, emociones intensas, condiciones hormonales, comidas y bebidas calientes, picantes o muy especiadas, y consumo de tabaco y alcohol.

Cuando nos referimos a rosácea, hablamos de una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta los vasos sanguíneos y las unidades pilosebáceas de las mejillas, la nariz, la frente y el mentón, que también suele manifestarse con rubor, enrojecimiento transitorio o permanente, y capilares dilatados, pero que además presenta pápulas y pústulas con exacerbaciones y remisiones periódicas.

¿Cómo tratar y calmar las pieles sensibles?

El origen de la piel sensible es multifactorial, y, como dermatólogos, debemos valorar a cada paciente de manera individual para poder ofrecer soluciones adaptadas y rutinas de cuidado adecuadas a cada problema. De todos modos, si bien es cierto que las pieles sensibles necesitan cuidados a medida para calmar su estado de irritación, hay una serie de recomendaciones generales que toda persona con piel sensible debería tener en cuenta.

Las pieles sensibles con rojeces o con tendencia a rosácea deben tener especial cuidado con los productos que utilizan en su rutina diaria. Si tienes la piel sensible, es fundamental que utilices limpiadores suaves como el agua micelar, e incorpores ingredientes activos que posean una alta capacidad calmante, hidratante y reparadora, y que contribuyan a controlar el enrojecimiento y la inflamación de la piel.

Debes saber que si tienes la piel sensible, es tan importante que elijas bien los productos adecuados, como que evites aquellos que irriten y empeoren tu problema. Recuerda que las pieles sensibles suelen ser intolerantes, y, por lo tanto, van a reaccionar ante muchos de los productos que encontramos en el mercado.

Asimismo, el control de los factores externos es fundamental, por lo que rebajar los niveles de estrés, proteger la piel de los cambios bruscos de temperatura y de la radiación ultravioleta, seguir una alimentación equilibrada, y evitar los productos procesados, el tabaco y el alcohol, es fundamental.

¿Qué recomendaciones seguir?

– Limpia la piel dos veces al día con limpiadores suaves, como el agua micelar

“Sensilis Ritual Care Agua Micelar Hyaluronic 5 en 1 es la nueva agua micelar de Sensilis, apta para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles y reactivas. 5 en 1 ya que limpia, desmaquilla, tonifica, hidrata y calma, gracias a su contenido en Vitamina E y Ácido Hialurónico”

– Aplica productos hidratantes específicos que contengan activos calmantes. Es importante que sean fórmulas sencillas, sin alérgenos, para asegurar una buena tolerancia.

“Crema Sorbete Reafirmante Calmante Upgrade AR Sensilis 50ml está formulada para calmar e hidratar la piel sensible, a la vez que mejora la apariencia de las arrugas y líneas de expresión. Contiene M-Naringeninchalcone, un activo natural que ayuda a disminuir la respuesta inflamatoria de la piel, y Gingko Biloba, un eficaz ingrediente antioxidante, descongestivo y calmante”

– Protégete del sol todos los días del año.

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