Entrevista Dra. Andrea Combalia – Revista Woman: ¿Cómo cuidar tu piel a los 50?

Cuidado de la piel, Glicación, Inflammaging | 31 marzo

El 50 % de las españolas declara tener la piel sensible y patologías como la rosácea o la cuperosis están aumentando entre la población. Si se suma a las necesidades de una piel madura, es fácil entender que necesita cuidados específicos. Hablamos con la doctora Andrea Combalia, dermatóloga del Hospital Clínic de Barcelona y autora del libro “Piel sana in corpore sano” (Grijalbo) de cómo cuidar la piel sensible a los 50 años.

¿Es una etapa crítica para la piel?

Como dermatóloga no me gusta hablar de la edad de la piel, porque cada una se tiene que tratar en función de su estado y patologías y no tanto de los años, pero es cierto que los 50 tienen unas necesidades especiales. La menopausia provoca unos cambios hormonales en la mujer, caen los niveles de estrógenos y
progesterona y esto tiene su reflejo en la piel: notamos más sequedad cutánea, disminuyen las fibras de colágeno y elastina, con la consecuente pérdida de firmeza. Además, la renovación epidérmica que suele producirse en el plazo de un mes, se ralentiza a medida que envejecemos.

¿Qué rutina cosmética recomiendas?

Con los años necesitamos más ayuda externa para mantener la piel en buenas condiciones. Una hidratación intensa con productos emolientes, e incluso más densos, es fundamental ya que la piel nos pide un extra de hidratación. Esto es fundamental no- solo en la cara sino en todo el cuerpo. Hay que recordar que la piel se hidrata con cremas y no bebiendo agua, que es un mito muy extendido.
Beber agua es fundamental para el organismo pero en la piel necesitamos una hidratación externa. A partir de ahí, hay que introducir otros ingredientes, como antioxidantes. Destaca la vitamina C, que nos ayuda a reparar el daño de los radicales libres y a darle luminosidad y tiene un ligero efecto despigmentante. Con el paso de los años, la piel pierde uniformidad y aparecen manchas causadas por la acumulación de radiación ultravioleta.
Por la noche hay que utilizar productos que ayuden a devolver la capacidad degeneración a la piel, a mejorar la síntesis de colágeno, las arrugas… como el retinol.

El problema del retinol es que a veces es demasiado agresivo con las pieles sensibles, que no lo toleran.

Hay que introducirlo a dosis bajas, pero hay muchas que aún así, no lo toleran. Por eso, hay un ingrediente, el bakuchiol, que cada vez está tomando más relevancia como alternativa al retinol para pieles sensibles y reactivas. Actúasobre unos receptores similares, mejora el aspecto de la piel y activa la renovación cutánea; eso lo consagra como un activo antiaging para piel sensible: no provoca el escozor, la rritabilidad y las rojeces que comporta el uso
de retinoides.

En tu libro “Piel sana in corpore sano”, hay un capítulo dedicado a la importancia de la alimentación en el estado de nuestra piel.

Somos lo que comemos es una afirmación con evidencia científica. El envejecimiento de la piel es un mecanismo muy complejo en el que intervienen factores internos y externos. La genética es difícil cambiarla; pero sí podemos actuar en los factores que influyen sobre ella yuno es la alimentación. Una dieta rica en
vegetales, equilibrada y libre de procesados es fundamental para mantener un organismo saludable. Ahora también sabemos que evitar el consumo de dulces y azúcares es fundamental para evitar el envejecimiento prematuro.

¿Esto desencadena el fenómeno de la glicación, no? ¿En qué consiste?

Es la reacción que existe entre las moléculas de glucosa (azúcares) con las proteínas de la piel, omo el colágeno y la elastina. Cuando la glucosa entra en contacto con ellas se producen unos residuos que se conocen como A.G.E. (Advanced Glication End Product) que se acumulan y aceleran el envejecimiento de la piel.

¿Las pieles sensibles, con rojeces, irritaciones o con rosácea, dermatitis... son más vulnerables, no?

Hay un término, inflammaging, que combina dos palabras inglesas: inflammation (inflamación) y aging (envejecimiento) para definir el proceso que se produce en este tipo de pieles.
Existen estudios clínicos que demuestran que una inflamación sostenida en el tiempo, aunque sea mínima, contribuye al envejecimiento, hace que los tejidos pierdan suspropiedades. Por eso, es importante acudir al dermatólogo y devolver el equilibrio a nuestra piel, sobre todo si es sensible y reactiva. Una
piel inflamada no solo sufre a corto plazo, sino que a largo presenta consecuencias.

Para las necesidades específicas de la piel sensible en torno a los 50 años, Sensilis ha creado la línea Eternalist A.G.E, un completo tratamiento antiglicación, formulado con un complejo específico y collagen booster que potencia la producción de colágeno, para redensificar y regenerar la piel en profundidad, remodelar los volúmenes faciales y afinar la textura de la tez. Fórmulas específicas y de alta tolerancia, para cuidar la piel madura y sensible, con tendencia a la irritación rosácea, cuperosis... un fenómeno inflamatorio que acelera el envejecimiento cutáneo. Con textura y perfume exquisitos y packaging ecorresponsable.

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